Cómo tratar la fiebre
La fiebre es un aumento de la temperatura corporal por encima de lo normal. La temperatura corporal suele ser más baja por la mañana y va subiendo a lo largo del día. La temperatura corporal de cada persona puede ser diferente. Es difícil dar una temperatura exacta para la fiebre, pero la mayoría de los profesionales sanitarios coinciden en que la fiebre es una temperatura de 100,4˚ Fahrenheit (F) o 38˚ Celsius (C) o superior.
La fiebre puede indicar que el organismo está combatiendo una infección por virus o bacterias. También puede aparecer después de recibir una vacuna, por sobrecalentarse o por una quemadura solar muy fuerte. Muchas veces, la fiebre no necesita tratamiento y desaparece por sí sola.
Fiebre del niño que duerme mucho
La temperatura media del cuerpo cuando se mide por vía oral es de 36,5 °C (97,6 °F), pero normalmente cambia a lo largo del día. Normalmente, la temperatura oral puede variar desde un mínimo de 35,5 °C (95,8 °F) por la mañana hasta un máximo de 37,5 °C (99,4 °F) a última hora de la tarde. Un ligero aumento de la temperatura (de 100,4° a 101,3°F, o de 38° a 38,5°C) puede deberse al ejercicio, la ropa pesada, un baño caliente o un clima caluroso. Los alimentos o bebidas calientes también pueden elevar la temperatura oral. Si sospecha un efecto de este tipo sobre su temperatura, tómesela de nuevo al cabo de media hora.
La fiebre es un síntoma, no una enfermedad. Es la respuesta normal del organismo a las infecciones. La fiebre ayuda a combatir las infecciones activando el sistema inmunitario del organismo. La mayoría de las fiebres (de 37,8 °C a 40 °C) no son perjudiciales. La mayoría están causadas por enfermedades víricas, como los resfriados o la gripe. Algunas están causadas por enfermedades bacterianas, como la faringitis estreptocócica o las infecciones de vejiga.
La mayoría de las fiebres provocadas por enfermedades víricas duran de 2 a 3 días. En general, la intensidad de la fiebre no guarda relación con la gravedad de la enfermedad. Lo que cuenta es lo enfermo que te sientas. La fiebre no causa daños permanentes hasta que alcanza los 42 °C (108 °F). Afortunadamente, el termostato del cerebro mantiene las fiebres no tratadas por debajo de este nivel.
Fiebre buena señal en covid
El cuerpo tiene varias formas de mantener una temperatura corporal normal. Los órganos implicados en la regulación de la temperatura son el cerebro, la piel, los músculos y los vasos sanguíneos. El cuerpo responde a los cambios de temperatura:
Cuando su hijo tiene fiebre, el cuerpo funciona de la misma manera para controlar la temperatura. Pero ha reajustado temporalmente su termostato a una temperatura más alta. La temperatura aumenta por varias razones:
La fiebre no es una enfermedad. Es un síntoma o señal de que el cuerpo está luchando contra una enfermedad o infección. La fiebre estimula las defensas del organismo, enviando glóbulos blancos y otras células “luchadoras” para combatir y destruir la causa de la infección.
Los síntomas de la fiebre pueden parecerse a los de otras enfermedades. Según la Academia Americana de Pediatría, si su hijo es menor de 3 meses y tiene una temperatura igual o superior a 38 °C (100,4 °F), debe llamar inmediatamente al pediatra. Si no está seguro, consulte siempre al pediatra para obtener un diagnóstico.
Cuán peligrosa es la fiebre alta celsius
Cuando su hijo tiene fiebre, es señal de que su sistema inmunitario está luchando contra una infección. Bajar la fiebre no eliminará la infección, pero puede aliviar algunas molestias y dar la oportunidad de reevaluar los síntomas de su hijo.
Cuando elijas un termómetro, ten en cuenta la edad de tu hijo y tu nivel de comodidad al utilizarlo. Cuando llame a la consulta del médico, asegúrese de mencionar el tipo de termómetro utilizado, la zona del cuerpo en la que se tomó la temperatura y la lectura exacta.
La Academia Americana de Pediatría aconseja a los padres que dejen de utilizar termómetros de mercurio para evitar intoxicaciones accidentales. Es fácil que un termómetro de vidrio o mercurio se caiga y se rompa, y es tentador para los niños tocar el mercurio expuesto.
No hay una temperatura fija por la que deban preocuparse los padres, ya que el organismo de cada niño puede reaccionar de forma diferente a la fiebre. Aunque una fiebre alta por sí sola puede no justificar una visita a urgencias, hay otros síntomas a los que hay que prestar atención. Debe acudir a urgencias si la fiebre alta de su hijo va acompañada de: