¿Cuándo se apoderaron los monarcas católicos del reino de granada?
Ali Atar, mercader de especias y famoso general, a través de sus grandes hazañas, obtuvo los más altos honores del reino nazarí. Alcalde de Loja, Señor de Xagra, primer Mayordomo de la Alhambra y Gobernador del Reino de Granada. Sus más altas aspiraciones se hicieron realidad cuando su hija Morayma, a la edad de 15 años, se casó con Boabdil, heredero del trono alhamarí.
Aunque muy rico, llevó una vida frugal, dedicando sus ingresos a la defensa del reino. “Como ejemplo del patriotismo y los sacrificios de este rico alcalde”, dice el historiador Lafuente Alcántara, “baste decir que tanto las joyas como el vestido que lució su hija Morayma en su boda fueron prestados”.
Un cronista que asistió al banquete nupcial explica que la novia llevaba enaguas y mantón de paño negro y un tocado blanco que casi le tapaba la cara. “Es una pena”, dice, “porque sus rasgos son bellos y seductores”. Un poeta musulmán declara que Morayma tenía unos ojos grandes y expresivos en un rostro admirable y, conjetura, “a través de las gruesas ropas se adivinaban unos hombros, brazos, caderas y cintura de proporciones clásicamente opulentas”.
Tras el descubrimiento del nuevo mundo, ¿qué influyó en la lengua española?
se levantó, su mejilla resplandeciente, sus ojos brillantes, su hermosa figura dilatada. “Soy hija de Granada; soy la amada de un rey; seré fiel a mi nacimiento y a mi fortuna. Boabdil el Chico, el último de un linaje de héroes, ¡deshazte de estas sombrías fantasías, de estas dudas y sueños que sofocan el fuego de una gran naturaleza y de un alma real! Despierta-arriba-roba a Granada de su Muza-¡sé tú mismo su Muza! ¿Confías en la magia y en los hechizos? Entonces grábalos en tu coraza, escríbelos en tu espada, y no vivas más como el Soñador de la Alhambra; ¡conviértete en el salvador de tu pueblo!”.
“¡Perdóname, perdóname!”, dijo el esclavo, cayendo humildemente de rodillas; “pero no me culpes de que quiera hacerte digno de ti mismo. ¿No fuiste más feliz, no fue tu corazón más ligero, y tu esperanza más fuerte, cuando a la cabeza de tus ejércitos, tu propio cimiter mató a tus propios enemigos, y el terror del Hero-Rey se extendió, en llamas y matanzas, desde las montañas hasta los mares. Boabdil, por muy querido que me seas, por mucho que te hubiera amado si hubieras nacido como un humilde pescador del Darro, ya que eres un rey, me gustaría que murieras como un rey.
Quien fue el ultimo gobernante moro de españa en 1492
A veces, nos gusta hablar de las curiosidades de nuestra ciudad. Hoy, hemos descubierto que hace unos días, Ideal publicó una noticia sobre un lugar histórico de Granada que a veces se olvida por completo. El lugar donde Boabdil entregó las llaves de Granada a los Reyes Católicos. Ya hablamos de este increíble lugar hace un tiempo. Alcázar del Genil: Tesoro almohade escondido en el asfalto. Sin duda, merece una visita.
Todo granadino que se precie habrá oído la historia de la entrega de las llaves de Granada por Boabdil a los Reyes Católicos, y el posterior llanto del último rey moro que dio lugar a la conocida frase de su madre, la sultana Aixa, “no llores como una mujer lo que no pudiste defender como un hombre” .
El Jardín de la Reina es el nombre que recibe el entorno y patio exterior ajardinado, situado junto a la margen izquierda del río Genil, justo donde Boabdil, el último rey nazarí, entregó las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos el 2 de enero de 1492, poniendo fin al último resquicio del al-Andalus hispanomusulmán.
Auge y caída de la España islámica
Inicio “Historia del Islam “Boabdil: el sultán aliado de los Reyes Católicos que entregó GranadaBoabdil: el sultán aliado de los Reyes Católicos que entregó GranadaAutor: César Cervera 24/12/2020Autor: César Cervera
Boabdil, apodado por los cristianos como “el Chico” y por los musulmanes como “el Zogoibi” (el desgraciado), entregando las llaves de Granada es una de las escenas favoritas de la historiografía decimonónica. El pintor Francisco Pradilla reconstruyó el episodio en el que quizá sea su cuadro más conocido, “La rendición de Granada” (1882), hoy colgado en el Palacio del Senado de Madrid. A pesar de la derrota, el sultán nazarí aparece en el lienzo con dignidad y fuerza, frente a la majestuosidad de los Reyes Católicos y sus tropas. Se eleva así, sin base histórica, su figura a la del héroe sacrificado víctima de las circunstancias. Otras representaciones y obras de ficción lo presentan, directamente, como el último centinela de una cultura más sofisticada, antes de la llegada de los sucios conquistadores cristianos dispuestos a destruirlo todo.